Aporte para el debate sobre el tema del Agua, incluyendo su uso para generación eléctrica (Quimbo)
Por Carlos Francisco Falla Yepes carlosfranciscofalla@yahoo.es
Fotografía: panorámica del Río Magdalena en la Región de El Quimbo.
Publicamos la contribución enviada por Carlos Falla, la cual plantea importantes interrogantes que deberían alimentar el debate sobre El Quimbo, contrario a los ataques y falacias contra Plataforma Sur y demás opositores del proyecto. De lo que se trata es de la defensa del bien general y no del interés particular de una empresa, un puñado de empresarios, políticos y propietarios locales.
Estando tan actual el Tema del Proyecto del Quimbo en el Huila y, en especial, en los municipios con tierras inundables, conviene tener en cuenta, entre otros posibles, dos contextos:
1) El mayor potencial de generación Hidroeléctrica por km2 que tiene Colombia en los 20.000 km2 del Departamento del Huila, dado por la Ventaja Absoluta de tener Caudal y al mismo tiempo Caída en su cuenca hidrográfica. Está todo por aprovechar, tanto aguas arriba de Betania como en los cursos de los afluentes del Magdalena entre Betania y el límite con el Tolima.
Vale recordar dos ocurrencias: Antioquia presentó paquete para financiar 150 minicentrales al Banco Mundial y el Ministerio de Ambiente recepcionó solicitud de Licencia para proyecto de 14 minicentrales en Sumapaz. (Adjunto dos archivos correspondientes con la información).
¿Cuál es la posición del Huila frente a contar con dicha Ventaja Absoluta de generación hidroeléctrica?
¿Cómo aprovecharla en armonía con la naturaleza y sus habitantes (en especial los afectados directamente por los desarrollos)?
¿Cuándo la autoridad ambiental y la academia se van a pronunciar integralmente frente a esta oportunidad?
¿Si la Agenda Interna del Huila adoptada en el 2005, estableció como una de sus cinco Apuesta Productivas, la de Generación y Transmisión y Venta de energía hidroeléctrica, cómo y qué hacer para contar con la Agenda Ambiental y la Agenda Social, que la complementen?
¿Conviene y procede , entonces, valorar los resultados e impacto en los ecosistemas vitales como efecto de los desarrollos para implementar la Apuesta Productiva (de generación hidroeléctrica) de manera integral y holística?
¿Es oportuno constituir y poner en marcha una Empresa Energética regional, con capital mixto y liderada por el Departamento del Huila?
¿Es pertinente y viable la Reglamentación de los Procesos y Mecanismos de Valoración, Liquidación y Pago de Compensaciones por causa de Obra Pública, por parte de la Asamblea Departamental y, también, de los Concejos Municipales?
¿Cómo diferenciar entre las "Compensaciones" por causa de obra pública y las aspiraciones y proyectos de desarrollo de los huilenses?
¿Qué hacer para mantener actualizados los catastros municipales?
Recuérdese que dijo la reina Sofía, refiriéndose a la operación Jaque: "Al fin los colombianos haciendo algo por ellos mismos, sin que nadie los lleve de la mano". Una cosa es acordar "Compensaciones" por causa de las obras y desarrollos del Quimbo como proyecto de generación hidroeléctrica, y otra bien distinta es tener el empuje de implementar obras de desarrollo por cuenta propia, como debe ser.
2) El caso de la gestión integrada de los recursos hídricos, con énfasis en la gestión de la Información como agente del cambio y,en general, la gestión de Oportunidades de Participación de los actores y personas afectados y participantes en los procesos. Para ilustrar, aunque parcialmente el contexto, se transcriben Los Principios de Dublín, sobre la gestión integrada de los recursos hídricos, entre los cuales se resalta el enfoque participativo (Res. 321 de 1 de septiembre de 2008, declaró de utilidad pública e interés social los terrenos necesarios para la construcción y operación del Quimbo, sin que los afectados se enteraran).
En 1992, los exper tos de 100 países y representantes de las organizaciones intergubernamentales y algunas ONG se reunieron en Dublín para la Conferencia Internacional del Agua y el Ambiente. La conferencia tuvo influencia en la preparación de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Ambiente y el Desarrollo, llevada a cabo un poco más tarde ese año en Río de Janeiro. Su breve conclusión es todavía una afirmación autorizada de la agenda de las políticas del agua; contiene cuatro "principios fundamentales", expuestos aquí con los comentarios que los acompañaban.
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