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ASOQUIMBO: PROCESO DE RESISTENCIA DE AFECTADOS POR LA REPRESA EL QUIMBO

En el Día Mundial del Medio Ambiente

"No al quimbo", dijeron en coro y con sus cuerpos dibujados en alegoria a la naturaleza, un grupo de personas que irrumpió en el escenario del Centro de Convenciones de Neiva (Huila, Colombia), para protestar por la licencia ambiental que recientemente el Ministerio de Ambiente otorgó a la multinacional Emgesa. Ante la mirada incomprensiva y sorprendida del viceministro de Ambiente y del director de la CAM, los manifestantes danzaron y al final, leyeron la declaración que aquí se publica. El hecho sucedió el 5 de junio, hacia la 11 de la mañana, durante las deliberaciones del ’Encuentro departamental de ONG y promotores ambientales comunitarios del Huila’. (Fotografías de H. Soltau)

EMGESA S.A.:

Con licencia para el ecocidio y el daño medioambiental

El 15 de mayo de 2009 será recordado por los huilenses como un día nefasto. Hay quienes dirán lo contrario, en un pomposo vocabulario ambientalmente conveniente. Este día el Ministerio del Medioambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ahora presidido por Carlos Costa Posada, otorgó la licencia ambiental 0899 al Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo. Una autorización administrativa otorgada por el Gobierno Nacional, que justamente debe interpretarse como una autorización para la destrucción de 842 hectáreas de bosques riparios y con ellos los ecosistemas que sostienen la vida de cientos de especies de flora y fauna, algunos de ellas incluidas en los libros rojos de especies amenazadas en vía de extinción. Pero esta realidad al parecer poco parece importarle al Gobierno y menos a la multinacional española Endesa-Emgesa, concesionaria del proyecto.

Uno de los agravantes, ignorado por arte de tinterillos, es el hecho que el 95 por ciento de las más de 8500 hectáreas que se inundarán forman parte de la Reserva Forestal Protectora de la Amazonía, creada mediante la Ley 2 de 1959. En la licencia 0899, el Ministerio autoriza la "sustracción" de estas áreas naturales protectoras, para que Emgesa pueda proceder a la tala de los bosques y a la remoción de los suelos. Nos han dicho la falacia que la multinacional "compensará" el desastre ecológico y ambiental. Son falacias, porque la destrucción de un ecosistema es irreversible. No puede compensarse. No puede mitigarse. El Quimbo y las subsiguientes represas proyectadas sobre la cuenca Alta del Río Grande de La Magdalena, significan la muerte del Río de La Patria, iniciada desde hace más de cinco lustros con la construcción de Betania. Debemos detener este plan ecocida, que con el tiempo arrasará sin lugar a dudas con uno de los más importantes ecosistemas del Sur, el Macizo Colombiano.

A cambio de qué. De nada. Las compensaciones, lo que paguen por la compra de las tierras, toda esa sarta de promesas sobre turismo y desarrollo, las limosnas de las  tasas de retribución y las regalías por la producción de energía eléctrica, el dinero gastado en medios de comunicación y en el soborno de las autoridades, todo sumado, es ínfima parte del valor real de nuestros recursos naturales. Mientras los ministerios de Relaciones Exteriores y de Ambiente, ratificado en sentencia de la Corte Constitucional, declaran que, sin lugar a dudas, la principal ventaja competitiva de Colombia en el contexto internacional, es nuestra diversidad biológica y genética, los gobiernos, uno tras otro, entregan el territorio y pisotean la soberanía nacional. Los únicos que ganarán, además de Endesa-Emgesa, serán los áulicos del proyecto que andan tras las limosnas para asegurar su mezquino presente ignorando la responsabilidad con las generaciones venideras.

Pero además, el megaproyecto Quimbo destruirá la agricultura, el patrimonio cultural inmaterial y material del Huila y las comunidades. Y cuando la bulla de los supuestos tres mil empleos temporales pase, solo nos quedará la miseria, el desempleo y un pedazo más de suelo patrio en manos de los extranjeros. De Betania nos hablaron maravillas, pero hoy los campesinos que labraban las tierras que se inundaron en Yaguará y Hobo, están aguantando hambre y el pueblo, pese a las regalías del petróleo, no es ningún emporio del turismo.

Solo otra perspectiva puede garantizarnos un presente y un futuro mejor para todos y todas: el desarrollo humano integral y sostenible; la generación de energía a través de fuentes limpias como la eólica, geotérmica, y las corrientes marinas, por ejemplo; un modo de producción basado no en la competencia sino en la cooperación y la solidaridad humana. Lo demás son mentiras que la historia de la humanidad y el conocimiento científico acumulado se han encargado de desvirtuar.

Neiva, 5 de junio de 2000

 NO AL QUIMBO. SI AL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL Y SOSTENIBLE PARA EL HUILA

POR LA PRESERVACIÓN DE NUESTROS ECOSISTEMAS, LA SOBERANÍA TERRITORIAL Y UN MEJOR PRESENTE Y FUTURO PARA TODOS: NO AL QUIMBO

PLATAFORMA SUR DE ORGANIZACIONES SOCIALES

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